Sacar afuera

Hoy necesito decir que me siento tan absolutamente bendecido por la vida que me da pena sentir lo que estoy sintiendo. Entiéndase que estoy pidiendo perdón de antemano por tener momentos como éste en el que siento que todo el esfuerzo del mundo no tiene el más microscópico de los sentidos. Pido perdón porque es una maldita falta de respeto y de gratitud con un Dios que en realidad ama sin tapujos, juicios o maricada alguna, sencillamente es irrespetuoso, pero real. Juro que hoy sentí como, después de haber cumplido un año de abstención (NO SEXUAL), y creer que ya me había graduadao del diplomado de la vida, se me carcomían las entrañas en un sentimiento de lástima y asco del cual pensaba haberme librado, pues no, el sentimientico cacorro aparece de vez en cuando, y es entonces cuando necesito hacer uso de toda la lora que doy a diario (lora que realmente creo) y agarrarme las chacaras con fuercita y entender que todo pasa, nada permanece y todo se resuelve.

En serio, si alguien lee todavía este blog, le quiero decir que por momentos siento que la vida es un gran circo, peor que el de los hermanos gasca (hasta el nombre dan ganas de cebar), en el que unos pocos se quedan con el palco y otros muchos se encargan de limpiarle el orto al elefante de 103 años que ya no sabe como deprimirse mas. No se si alguien sienta esto de igual forma, asumiría que si, pero es que necesitaba sacarlo fuera para poderme llenar de alguna otra cosa el día de hoy; llenarme de vitalidad, del amor que me ofrece Dios a través de un sin fin de seres humanos y no humanos que no hacen otra cosa que taladrar en mi alma la idea de que el amor es una vez mas, posible, real y perfecto.

Creo que ya pasó.

Gracias.