No hay malparidez, por malparida que esta sea, que dure para siempre. No existe tristeza lo suficientemente profunda como para que se convierta en sufrimiento. No se han inventado (gracias a todos los Dioses del Olimpo) miedo que no pueda ser superado. Yo se que ésto suena maravilloso puesto en palabrejas clichesudas, pero que vivirlo es un verguero de dimensiones épicas; sin embargo, también sé que si la ecuación se intenta solucionar desde el agradecimiento, y no desde la intoxicación, la solución no sólo es más duradera, sino infinitamente más nutritiva para el espíritu (que a la hora del té es lo que realmente interesa).
Por otro lado, si se trata de euforias y alegrías, esas también pasan, y pasan por una razón. A quién se le puede tan siquiera ocurrir que un orgasmo (ejemplo primario de euforia) pueda durar más de lo que dura? a mi no! Creo que me moriría en el acto si esa vaina no dejara de descargar placer incontenible en cantidades industriales a una velocidad que....bueno, ustedes me entienden. La cuestión es que lo bueno también pasa, así que clichesiemos un rato: El tiempo presente es el único que realmente es comprobable, así que disfrutarlo, sea juzgado éste como bueno o malo (lo cual en si mismo es un gran error), porque si no...AYAYAY!!!!
Entiendo que las líneas dedicadas a explicar cosas que de una u otra forma intenten hacer sentir a otro ser humano pueden generar en muchos náusea, vómito, y en el peor de los casos, diarrea mental, pero es que es tan sabroso.
En conclusión, frescos todos que todo pasa si le ponemos un poquitín de buena onda al momento vivido y no intentamos elongarlo indefinidamente (hábito maldito de muchos). Sé que a mi me ha funcionado así. Por ejemplo hoy pensé que el sentimiento de popó que tenía por dentro iba a ser el único que me acompañaría por el resto de mis días....pues vean que no! Pasó, agradecí por haberlo sentido, y sencillamente seguí adelante con mi vida...que dicho sea, es absolutamente maravillosa, no la cambiaría por la de nadie, lo juro por Dios!!!!
A todos los que lean ésto, lo cual dudo en profundidad, felíz noche.
No hay mal que dure mil años... aunque uno crea que sí. Que rico que es tener un día gris y ser concientes de cómo se llena de colores. Te quiero mucho Santi.
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